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Jueves, 21 de octubre

Semana XXIX del tiempo ordinario

(Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor
5. Actúa, llévalo a tu vida)
 
Evangelio según San Lucas 12, 49-53
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: He venido a prender fuego en el mundo: ¡y ojalá estuviera ya ardiendo! Tengo que pasar por un bautismo, ¡y qué angustia hasta que se cumpla! ¿Pensáis que he venido a traer al mundo paz? No, sino división. En adelante, una familia de cinco estará dividida: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos: el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra.

Pistas: La mejor manera de leer este Evangelio es poniéndose en la piel de aquellos que son perseguidos a causa de su fe. ¿Puedes imaginarlo? No ser libre para creer y vivir como la conciencia y el corazón te dictan. Saber que tu fe va a ser perseguida, que vas a ser señalado o rechazado incluso a veces por los tuyos.
   Es más, piensa en una comunidad llena de fe, llena de Espíritu Santo (el fuego del que Jesús habla en el Evangelio), pero en medio de un mundo, una sociedad hostil, opuesta…
  Sólo hay un camino para vivir la fe: estar lleno del Espíritu Santo, dejarse encender por ese fuego del que habla Jesús. Lo demás serán medias tintas, y hemos leído los días anteriores que Jesús no quiere medias tintas. Nos quiere despiertos, vigilantes, dispuestos, entregados, valientes… Vivir el Evangelio implica muchas veces ser signo de contradicción, como lo fue Jesús, no por “dar la nota”, sino por vivir en la verdad dejando actuar al Espíritu Santo.
   Ahora, lee el Evangelio mirando a nuestra sociedad, en la que cada vez es más rechazado. Una vivencia dulzona, timorata o acomodada de la fe ¿tendrá algo que ver con lo que dice hoy Jesús?

Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice, respóndele con tu oración y llévalo a tu vida.