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Domingo, 17 de octubre

domingo 17 octubre
Semana XXIX del tiempo ordinario, domingo ciclo b

(Recuerda:
1. Pide el Espíritu Santo
2. Lee despacio y entiende
3. Medita qué te dice la Palabra de Dios
4. Ora, respóndele al Señor
5. Actúa, llévalo a tu vida)
 
Evangelio según san Marcos 10, 35-45
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron: «Maestro, queremos que hagas lo que te vamos a pedir.»
Les preguntó: «¿Qué queréis que haga por vosotros?»
Contestaron: «Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda.»
Jesús replicó: «No sabéis lo que pedís, ¿sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber, o de bautizaros con el bautismo con que yo me voy a bautizar?»
Contestaron: «Lo somos.»
Jesús les dijo: «El cáliz que yo voy a beber lo beberéis, y os bautizaréis con el bautismo con que yo me voy a bautizar, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; está ya reservado.»
Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan.
Jesús, reuniéndolos, les dijo: «Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. Vosotros, nada de eso: el que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos. Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos.»


Pistas: ¿Cuánto sufrimiento causan las luchas de poder en la Iglesia, en las familias, en las empresas, en la política? ¿cuántas personas pisoteadas por el camino? ¿cuántos: “queremos que hagas lo que te vamos a pedir”?
Santiago y Juan creen en Jesús como el Mesías. El que va a reinar. Y quieren un puesto importante. Al final comprenderán qué es lo que tienen que hacer para ser importantes y grandes, pero antes tendrán que ver a su Maestro lavarles los pies tras una cena de Pascua distinta en la que Jesús anunció que entregaba su carne y su sangre por ellos y por todos. Tendrán que verle morir en una cruz y comprender que se hizo el servidor de todos por amor, para salvar, para rescatar a los que estaban bajo el peso del poder del pecado.
Pregúntate en qué puesto estás tú: entre los que funcionan con “favores”, “queremos que nos hagas esto”, o has descubierto que para ser grande tienes que servir, ser humilde, amar, entregarte, hacerte el último para ser el primero a los ojos de Dios. Eres de los de las luchas de poder y las conspiraciones, o de los que eligen ir detrás de Jesús y aceptar el camino que Él te marca.
Santiago y Juan aprenden el camino, beben el cáliz de Jesús, se bautizan con su bautismo. Se hacen como Jesús, aman, entregan la vida, hasta el martirio Santiago y Juan hasta el destierro.
El mundo busca el poder, la fama, el éxito, la riqueza, los honores, los puestos, el reconocimiento… y no les importan las personas, sólo son medios para sus fines. “Vosotros, nada de eso”: servir, amar, entregarse. Aprender de Jesús a dar la vida.

Relee el Evangelio, escucha lo que Dios te dice, respóndele con tu oración y llévalo a tu vida.