El papa Francisco ha hablado en varias ocasiones sobre la importancia de hacer un verdadero catecumenado, una cuidadosa preparación, antes de contraer matrimonio:
«… antes de recibir el Sacramento del Matrimonio, es necesaria una cuidadosa preparación, diría un catecumenado, porque se juega toda la vida en el amor, y con el amor no se bromea. No se puede definir como «preparación al matrimonio» a tres o cuatro conferencias en la parroquia; no, esta no es la preparación: esta es una falsa preparación. Y la responsabilidad de quien hace esto cae sobre él: sobre el párroco, sobre el obispo que permite estas cosas. La preparación debe ser madura y requiere tiempo. No es un acto formal: es un Sacramento. Pero se debe preparar con un verdadero catecumenado» (Audiencia general del 24 de octubre de 2018)
«La preparación de los que ya formalizaron un noviazgo, cuando la comunidad parroquial logra acompañarlos con un buen tiempo de anticipación, también debe darles la posibilidad de reconocer incompatibilidades o riesgos. De este modo se puede llegar a advertir que no es razonable apostar por esa relación, para no exponerse a un fracaso previsible que tendrá consecuencias muy dolorosas. El problema es que el deslumbramiento inicial lleva a tratar de ocultar o de relativizar muchas cosas, se evita discrepar, y así sólo se patean las dificultades para adelante. Los novios deberían ser estimulados y ayudados para que puedan hablar de lo que cada uno espera de un eventual matrimonio, de su modo de entender lo que es el amor y el compromiso, de lo que se desea del otro, del tipo de vida en común que se quisiera proyectar. Estas conversaciones pueden ayudar a ver que en realidad los puntos de contacto son escasos, y que la mera atracción mutua no será suficiente para sostener la unión. Nada es más volátil, precario e imprevisible que el deseo, y nunca hay que alentar una decisión de contraer matrimonio si no se han ahondado otras motivaciones que otorguen a ese compromiso posibilidades reales de estabilidad»(Amoris laetitia, 209)
La preparación al matrimonio debe cuidarse en todas sus etapas:
Preparación remota. Proponemos catequesis y formación afectivo sexual en niños y adolescentes
Preparación próxima. El itinerario propuesto por la CEE “
Juntos en Camino, +Q2”, nos ayuda a acompañar, preparar y ayudar a los jóvenes a vivir el noviazgo hacia la vocación matrimonial.
Preparación inmediata. Los Encuentro de Preparación al Matrimonio (Cursillos prematrimoniales) se realizan en todos los Arciprestazgos de la Diócesis. Próximamente informaremos de las fechas de celebración en cada zona.